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La jugarreta de Supervivientes: las incontrolables lágrimas de Manuel

Manuel, Anita y Montoya eran el misterio de Supervivientes. Un misterio que se descubrió anoche cuando la audiencia decidió convertir a los dos últimos en concursantes oficiales y a Manuel mandarlo para casa. Pero no, Manuel no se va a casa, Manuel vuelve a ser el gran secreto y también la gran putada

Supervivientes
Las incontrolables lágrimas de Manuel en Supervivientes 2025.MEDIASET
Actualizado

Tras el éxito de La isla de las tentaciones, Anita, Manuel y Montoya, los grandes protagonistas del reality eran la gran baza para Supervivientes 2025 -por supuesto, sin desmerecer a Terelu Campos-. Juntarles a los tres en una playa durante varios días para que, o bien, se arrancasen los pelos, o bien, arreglasen sus diferencias, era un sueño televisivo hecho realidad. Los tres eligieron lo segundo y se acabó el mambo. Acercamiento de Anita y Montoya, Manuel ejerciendo de terapeuta, Montoya y él, a punto de convertirse en grandes amigos... El giro de guion era el peor para un reality.

Llegaron a Supervivientes siendo el misterio de Supervivientes. Ninguno de los concursantes sabía de su existencia, a excepción de Terelu Campos, que al no ser concursante oficial podía conocer el misterio y pasar dos días con ellos en Playa Misterio, y Carmen Alcayde, recién incorporada a Supervivientes en sustitución de Beatriz Rico, pero la cual no podía decir ni media. Anoche se destapó todo o casi todo.

Ya lo adelantó Telecinco al finalizar Supervivientes: Conexión Honduras el pasado domingo: uno de los tres sería expulsado. Obviamente, ellos no tenían ni puñetera idea. De hecho, se enteraron anoche en Supervivientes: Tierra de Nadie, y se quedaron, como no podía ser de otra manera patitiesos. Se quedó patititeso hasta Carlos Sobera, que al ver como los tres confesaban que se iban a echar de menos, no se podía creer que después de todo lo que se han dicho, de todo lo que pasó en La isla de las tentaciones, siete días en soledad es la mejor de las terapias. Pues sí, uno de los tres se iba a largar a casa o, al menos, eso creímos todos.

La cosa estaba en manos del público y de sus votaciones. Tras celebrarse la primera ceremonia de salvación, donde Laura Madrueño se convirtió en una killer, emocionada por poder tirar a los nominados al agua de sopetón, en manos del público estaba quién de los tres sería el primer expulsado de esta edición sin siquiera haber pasado por las playas oficiales, sin que el resto supiera de su existencia y, por supuesto, habiéndose enfrentado cara a cara con las consecuencias de La isla de las tentaciones. Y todo esto en las mismas condiciones que los supervivientes oficiales: sin fuego, sin prácticamente comida, soportando las lluvias y los temporales -anoche a punto estuvo Supervivientes de volver a sufrir las inclemencias climatológicas-, sin nada más que la compañía de quien seguramente hasta hace una semana eran las últimas personas a las que querrían ver.

Y a todo esto, la cabronada de Supervivientes. Este lunes se celebró el primer debate de La isla de las tentaciones. Obviamente, Manuel, Anita y Montoya no podían estar en plató, pero Sandra Barneda sí pudo conectar con ellos y formar parte de pleno derecho del debate. Y fue en este debate donde se descubrieron las mentiras de Manuel tras la salida de La isla de las tentaciones, a través de unos mensajes entre él y Anita que demostraban que todo lo que había contado Anita era verdad y lo que había contado Manuel era una fantasmada. Blanco y en botella, si alguien iba a ser el expulsado de Supervivientes era Manuel.

El enfado de la novia de Manuel con Supervivientes

Pese al odio que durante la emisión de La isla de las tentaciones provocó Anita, su paso por Supervivientes está cambiando las tornas. Ese era el objetivo de la catalana, que la gente la conociese y se quitase tanto odio y rechazo hacia ella. Primer hito conseguido. Pero como casi siempre ocurre el odio es como una pelota de ping pong va de un lado a otro. Si Anita ya no es la odiada, otro tenía que serlo, y fue Manuel. Celebrar la expulsión de algunos de los tres un día después del debate, un día después de mostrar que Manuel mintió, por mucho que Manuel, Anita y Montoya hayan cambiado las tornas, suponía que Manuel era el que se iba a ir a la calle. Y, efectivamente, el público salvó a Montoya, como era más que previsible, pues unos se llevan el odio y otros se llevan el amor; después salvó a Anita y fue Manuel el que se quedó fuera de Supervivientes, sin ni siquiera haber podido demostrar que más allá de La isla de las tentaciones podía ser un buen concursante de Supervivientes.

Las caras de Manuel al saber que él era el expulsado lo decían todo. "Estoy muy triste. Yo no estoy en la cabeza ni en el corazón de la gente y si les han elegido a ellos es porque a ellos les querrán más", fueron las primeras palabras de Manuel. Mientras, en plató, su actual pareja, la tentadora Gabriella, ponía los puntos sobre las ies a Supervivientes. "Me parece súper injusto que hayan llevado a Manuel a Supervivientesa estar en medio de una parejaque lo han arreglado, y ahora, a la calle", le espetaba a Carlos Sobera. El presentador intentaba salir de los reproches con la frase que siempre viene bien para estas ocasiones: "Bueno, así lo ha querido el público". Sí, el público es el que lo ha decidido, pero... "El público lo ha querido, por los mensajes que salieron ayer. Han querido limpiar la imagen de Anita, fin", sentenció Gabriella visiblemente enfadada. Y razón no le falta, pero... el juego es así.

Más que por la expulsión de alguno de los tres que, al final, son decisiones para dar más juego en Supervivientes es el error de unir las dos cosas. Cierto que sin La isla de las tentaciones ninguno de los tres estaría en Supervivientes, pero a Supervivientes no se va a intentar que uno u otra caigan en la tentación sino a sobrevivir y a dar juego. El error fue llevar la expulsión 24 horas después de desenmascarar a Manuel. Manuel no estaba haciendo un mal Supervivientes, el error de Manuel es lo que hizo en La isla de las tentaciones y después de La isla de las tentaciones. Jugaba con desventaja, pues Anita, que también venía con su hate, sí ha sabido ganarse a la audiencia y, efectivamente, limpiar su imagen o, al menos, estar en el camino de ello.

Terelu Campos, el "bastón" de Supervivientes

"No estoy contenta, porque ha ido con toda su ilusión a demostrar que es una persona maravillosa, que tiene un montón de valores y que le apetece concursar. También se lo merece", insistía Gabriella. Lo que no sabía Gabriella, como no sabía nadie es que Supervivientes se guardaba un as en la manga. Tras la marcha de Anita para encontrarse con el resto de concursante, Carlos Sobera volvía a conectar con Manuel, completamente hundido, llorando a lágrima viva en mitad de la noche y del cayo y le anunciaba la gran putada. Manuel iba a ser siendo concursante, al menos hasta el jueves, cuando se unirá a él el concursante expulsado -Samya, Damián o Laura Cuevas tras la salvación de Almacor- y entonces se realizará la expulsión definitiva. Es decir, se queda en el palafito convertido en el secreto de Supervivientes.

"No va a ser fácil y te vas a enfrentar a muy duros contrincantes, has perdido una oportunidad, pero van a nacer otras muchas para ti", le dijo Carlos Sobera.A ver, no es el primer concursante que pasa la gran parte de Supervivientes en el palafito y que luego llega a la final -ahí está Marta Peñate-, pero es, se mire por donde se mire, una gran putada.

Y entre medias el culebrón Terelu Campos por la que abrieron la palapa anoche para que arreglase sus conflictos con sus compañeros y especialmente con Pelayo. ¡Pues ni conflictos ni hostias! A Terelu Campos la quiere todo el mundo.. Es el bastón, el apoyo, la sonrisa, la generosidad... Ha pasado de ser una "señorona", en palabras de sus propios compañeros, a ser un pilar fundamental en la supervivencia mental de su grupo.

"Terelu es muy generosa cuando habla con todo el mundo. Cada vez que hemos necesitado un hombro o una palabra de ánimo, un abrazo o una sonrisa, la ha tenido. Cada vez que la vemos aparecer nos levanta una sonrisa a todo, es una alegría y siempre tiene anécdotas e historias que nos aporta", expresó Pelayo. "Es maravillosa. La compañía de Terelu es superagradable y un apoyo para mí. Yo no quiero que se vaya por nada del mundo. M entretiene mucho con sus salseos y con su vida. Y con la comida, es muy generosa. Se quita un poquito cuando tenemos pruebas, para darnos a nosotros", dijo Laura Cuevas. Y la palapa se convirtió en La casa de la pradera.