
El modelo zebra se está consolidando como guía del crecimiento impulsado por las startups en Europa.
Las startups cebra dan en la diana: impacto y propósito se imponen como señas de identidad propia en Europa
El auge de la inversión de impacto impulsa este modelo de crecimiento más sostenible frente a los tradicionales unicornios. El ecosistema español ve en él una oportunidad para posicionarse en el tablero geopolítico y tecnológico.
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El tablero geopolítico y tecnológico mundial ha experimentado en este arranque de 2025 una sacudida tras de la llegada a la Casa Blanca de la Administración Trump que obliga a los actores protagonistas en cada área geográfica a mover ficha. Las piezas ya lo están haciendo a gran velocidad y nadie con poder de decisión a escala global quiere quedarse fuera de la partida.
Basta como ejemplo la irrupción el pasado enero en el mercado de DeepSeek, la inteligencia artificial China, competidora de ChatGPT, en lo que evidenció una exhibición de músculo del gigante asiático que tambaleó los cimientos de Silicon Valley.
En este contexto, Europa tiene ante sí la oportunidad de poner en valor sus propias señas de identidad de la mano del ecosistema emprendedor y del modelo que está consolidándose en la región de la mano del impacto y el propósito de los proyectos.
El ecosistema emprendedor está en plena transformación, con unas startups mucho más maduras que generan verdaderos círculos virtuosos de la mano de fundadores, inversores y otros agentes con dilatadas trayectorias a sus espaldas.
En este contexto, el modelo de las startups unicornio, basadas en un crecimiento acelerado y valoraciones en demasiadas ocasiones en el pasado infladas, ha ido evolucionando para una parte del sector que ha virado hacia postulados más compatibles con las conocidas como startups cebra.
Se trata de empresas que combinan rentabilidad y propósito social más allá de la necesaria rentabilidad. Esta tendencia está cobrando especial fuerza en España, donde la inversión de impacto creció un 26% en 2023, alcanzando los 1.517 millones de euros, según un informe de SpainNAB y Esade.
Pero ¿tiene España en concreto, y Europa en general, talento, la cultura empresarial -tanto en empresas como en inversores- y la colaboración pública-privada que exige ser un hub internacional en este tipo de compañías?
DISRUPTORES-EL ESPAÑOL trata de dar respuesta a esta pregunta con algunas de las voces que está conformado desde dentro este modelo de crecimiento impulsado por las startups cebra.
Primera parada: la oportunidad. Europa se encuentra ante el momento idóneo para dejar patente su apuesta por este tipo de compañías.
Sirva como ejemplo de la importancia de manejar bien los tempos la carta que el pasado enero enviaron más de cien startups, scaleups y fondos de capital riesgo de tecnologías limpias de Europa -uno de los sectores donde es más claro identificar el impacto y el propósito- reclamando a Von der Leyen mantener el Clean Industrial Deal y no "perder de vista nuestros puntos fuertes y nuestros activos".
"La Unión Europea se enfrenta a una tormenta perfecta con un entorno geopolítico peligroso, unos costes energéticos estructuralmente más elevados que los de sus competidores económicos y amenazas inminentes de guerras físicas y comerciales", explicaban los firmantes de la misiva en clara alusión a la necesidad de no dilatar acciones al respecto.
Así pues, segundo punto de nuestro argumentario: ¿cuál es el papel de las startups cebra en esta coyuntura y qué necesitan para seguir expandiéndose en nuestra economía?
Primero, es imprescindible contar con un sector del capital que entienda y apueste por este tipo de modelos, lo que implica una ardua labor divulgativa hacia el mundo financiero y empresarial todavía, y, segundo, exige contar con una estrecha colaboración público-privada, ámbito en el que poco a poco se van dando pasos en la buena dirección.

Manuel Lencero, CEO de Unlimited.
Según datos de SpainNAB, el 26% de crecimiento en inversión de impacto en 2023 estuvo impulsado por el dinamismo de los fondos de capital privado y la aparición de nuevas gestoras especializadas en impacto.
Manuel Lencero, CEO de la Fundación Unlimited, conoce desde dentro cómo el ecosistema del impacto ha ido evolucionando en España desde hace más de diez años, cuando si era difícil hablar de startups tal y como las entendemos hoy en día, hacerlo de startups de impacto entrabaña el riesgo de ser considerado "un bicho raro".
Sin embargo, desde 2020 la percepción de este tipo de modelos de crecimiento cambió. "Empiezo a ver en las empresas, en pocas todavía, que comienzan a entender el impacto como una ventaja competitiva. Pero de esto, hace sólo cinco años".
Lencero se muestra esperanzado con el futuro del emprendimiento y la inversión de impacto en España, sin embargo es crítico con los cambios que todavía urgen en el seno de la economía, en especial, del sector del capital.
"El sistema financiero tradicional tiene que provocar un cambio sistémico. Está pensado para la deuda y no para apoyar a los emprendedores como ellos necesitan"
"El sistema financiero tradicional tiene que provocar un cambio sistémico, está pensado para generar deuda y no para apoyar a los emprendedores como ellos necesitan. El método por el que se evalúa y se financia a los emprendedores está obsoleto", añade.
"A los fondos de impacto les falta, de alguna manera, pureza. Las startups de impacto, no tienen crecimientos exponenciales como Facebook, sus crecimientos no son tan profundos pero sí más sostenibles en el tiempo. Pero es un problema cultural. Nos enseñaron que el éxito es una cosa y ahora hay que reeducarse".
Pese a todo, identifica pasos que ya se están dando en la dirección correcta. "La buena noticia es que la tendencia por el impacto está en alza. El sector público está apostando por ello, con iniciativas como el Fondo de Impacto Social de COFIDES, dotado con 400 millones de euros de los fondos NextGeneration, que refuerzan la posición de España en este sector", añade.
Lograr un ecosistema atractivo para que el talento se quede en España en este sector y no ahonde en la fuga de los perfiles más cualificados hacia otros países con sistemas financieros más ajustados a sus necesidades es una prioridad. Y es que España y Europa son cantera de talento altamente especializado con su potente red de universidades, centros tecnológocos y de investigación.
Las startups cebra en España
Sirvan como muestra los casos de éxito que representan Auara, Ecoalf o Tropicfeel. Estas empresas han logrado crecer sin perder su propósito social y han captado inversiones sin depender de valoraciones infladas.
DISRUPTORES - EL ESPAÑOL habla con otras dos compañías, ejemplo del modelo de crecimiento sostenido en el tiempo, con un claro propósito e impacto de su apuesta innovadora como son Indoven y Smileat.
La startup Indoven es uno de los nombres propios del ecosistema español en deep tech dentro del sector salud. La compañía liderada por Manuel Marina pone todo el potencial de la IA y su plataforma en la nube al servicio del diagnóstico de las enfermedades cardíacas, lo que conlleva toda una revolución tecnológica.
La compañía ha logrado captar más de 31 millones de financiación procedente del ámbito público y privado, y es una de las tres empresas españolas en deeptech dentro de sector ehealth que más capital ha levantado.

Equipo de la startup Idoven.
DISRUPTORES - EL ESPAÑOL conversa con Manuel Marina, CEO de Idoven, sobre la importancia de que la financiación llegue en Europa para que estas startups escalen. "Para que Europa sea competitiva hace falta mucha inversión, si no, es difícil competir con soluciones globales. De otra forma, es difícil innovar en sectores complejos".
"La enfermedad cardiovascular mata a 20 millones de personas en el mundo cada año. Cuando un problema es así grande, para afrontarlo hace falta financiación y un equipo con mucho talento".
"Hace falta urgencia y reaccionar en Europa. Si no, nos vamos a quedar atrás. Necesitamos acelerar la transferencia de conocimiento de la academia hacia el mercado"
Marina reconoce la contribución al talento que se hace desde el sistema académico y científico español, y pone sobre la mesa "la gran oportunidad" de Europa en la actualidad para destacar con proyectos de ehealth como el de Indoven, con un claro propósito e impacto para la sociedad.
"Hay mucho talento en España y en Europa, gente brillante en su área, que realmente les apetece formar parte de ese propósito, de ese impacto, ayudar que los pacientes sufran menos y que los médicos hagan mejor su trabajo".
El CEO de Idoven se muestra "muy optimista" con Europa, pero se muestra tajante a la hora de pedir que se aceleren la toma de decisiones. "Hace falta urgencia y reaccionar. Si no, nos vamos a quedar atrás". E insta a poner las herramientas necesarias para acelerar la necesaria transferencia de conocimiento desde la academia al mercado para ello.
Otro nombre propio dentro del emprendimiento de impacto en España es Smileat. La compañía ha puesto la innovación en el centro de su propuesta que permite a los padres ofrecer a sus hijos productos saludables con un abanico muy amplio de posibilidades que le han situado por encima de gigantes de la industria alimentaria infantil.
Con la innovación y el propósito en su ADN, el CEO y cofundador de Smileat, Alberto Jiménez, explica en la entrevista con esta redacción que ellos han tenido siempre muy claro que su crecimiento debía ser sostenido en el tiempo.
"Siempre he estado muy encontra del sistema unicornio. ¿Cuántas llegan a esa categoría? Y cuando llegan, que no pase nada que comprometa su futuro, ha pasado con muchas, es realmente difícil. Nosotros éramos conscientes que, por el sector al que nos dirigimos, la alimentación, teníamos que ser rentables desde el minuto uno".
"España y Europa son dos mercados brutales para crecer, ganar dinero y provocar un impacto. Hay grandes casos de éxito aquí"
"Ha habido una gran toxicidad entre los emprendedores, todos nos hemos retroalimentado, que creo que no ha aportado y que ha dado lugar a compañías en España que han levantado mucho dinero y han acabado cerrando. Nosotros no hemos jugado nunca a ese juego", añade Jiménez.
El CEO de Smileat defiende que el crecimiento de un modelo de negocio innovador en el sector de la alimentación "lleva su tiempo", de ahí su apuesta más compatible con el modelo de las startups cebra.
El emprendedor lanza una clara recomendación al ecosistema: "Dejemos ya de compararnos con otros ecosistemas" en referencia a EEUU.
"España y Europa son dos mercados brutales si se quieren abordar y hacerlo bien. Hay grandes casos de éxitos aquí. Muchas veces tenemos ese afán de compararnos cuando tenemos un gran mercado para hacerlo bien. Y tu empresa puede valer millones, aportar grandes retornos a tus inversores y aportar algo valioso a la sociedad.

Alberto Jiménez y Javi Quintana y, cofundadores de Smileat.
Para concluir, Alberto Jiménez asegura que el invierno inversor que llegó con 2022 ha servido para que el emprendimiento ponga los pies en el suelo para dejar atrás un modelo a su juicio, equivocado.
"Se ha empezado a hablar de Ebitda, es algo muy positivo. Mucha gente se ha quedado por el camino, pero era necesario reconducir la situación y huir de unos modelos más propios de otras culturas".
¿Aprovechará Europa su potencial para convertirse en hub de inversión y proyectos de impacto? Mimbres no le faltan, talento, tampoco. La respuesta a la gran pregunta se irá tejiendo en los próximos años. Mejor, más pronto que tarde.